Carromero, Payá y la teoría de la conspiración que propugna el Washington Post

Leía hoy en el Blog de Yohandry su texto titulado ¿Lo dice Carromero?, donde analiza la más reciente tergiversación sobre el caso de la muerte del opositor Oswaldo Payá, ocurrida el pasado 22 de julio del 2012.

Resulta que el Washington Post ha sacado un artículo en el que anuncia supuestas declaraciones del español Ángel Carromero, encontrado culpable por la muerte de Payá y Harold Cepero en un accidente automovilístico mientras él se encontraba conduciendo a exceso de velocidad.

Resulta ahora que Carromero ofrece supuestas declaraciones (y siempre digo supuestas, porque desconfío de la veracidad de la tal entrevista*) en las que cambia su testimonio sobre lo ocurrido en el accidente. Ahora asegura que otro carro los embistió y sacó de la carretera…auto, para más detalles, desde el cual dos hombres lo miraban «agresivamente» mientras él los observaba por el retrovisor.

Luego de leerme en inglés la mencionada entrevista completa, no puedo dejar de preguntarme ¿Por qué esperaría tanto Carromero para confesar esas supuestas verdades? Ya había escuchado por ahí que Rosa María Payá (la hija del fallecido Oswaldo), estaba de visita en España y se había entrevistado con Carromero. No me caben dudas entonces de que el objetivo de este viaje consistió precisamente en intentar sacudir de nuevo la mata a ver si logran esta vez hacer que el español cambie su testimonio para de este modo continuar inflando el globo mediático…

Nada, que la gente ama las teorías de la conspiración y no se conforma con un simple accidente, necesitan algo más truculento, calcado del cine hollywoodense, al peor estilo.

Sobre el caso ya hablé en su debido momento, Carromero recibió en Cuba un juicio justo, del que ni siquiera el cónsul general de España (país que mantiene una política nada amistosa con Cuba) tuvo quejas, según se demuestra en este video.

*¡¡¡Con derecho a dudar!!! Después de demostrada la falsedad de aquella tan cacareada entrevista de la Yoani al Presidente Obama, tengo todo el derecho del mundo a no creer en la veracidad de las fuentes de los medios anticubanos. Y en caso de que realmente a Carromero le haya dado por la mitomanía, me gustaría saber cuánto le pagaron para que se integrara al circo.