Ya una vez me hackearon el blog, también usurparon mi identidad para comentar en mi propio blog y en otros sitios de internet. Ya me crearon un clon en Facebook para difamarme y hacerme pasar por prostituta, también intentaron hackearme la cuenta en esa red social. En fin…ya viví troleos y abusos de los que se estilan en la era digital. Siempre he dicho que no tengo demasiados secretos que esconder y lo mantengo, pero aún así me gusta que se respete mi espacio y mi identidad, como a todo el mundo. Por desgracia, aún en Cuba no existen basamentos legales para castigar las intromisiones y demás actividades ilícitas que ocurren en la web, así que estamos un poco desamparados e impotentes cuando algo así nos sucede. Quizás por eso me interesó averiguar un poco más sobre el asunto y lo que sucede en el mundo…
A medida que la información personal circula por Internet, nuestros contenidos pueden ser utilizados de manera maliciosa por terceras personas. Al hacer nuestra información pública en la web, podemos perder el control sobre el que accede a nuestros contenidos, fotografías y, sobre todo, la razón por la que acceden a esa información personal.
Se han dado casos en los que alguien ha creado una cuenta con datos personales y familiares de otra persona en Internet y quizá se trate de una simple broma sin mayor transcendencia. Pero, ¿qué ocurre si ese perfil falso interactúa con personas reales del entorno del suplantado? Seguir leyendo ¿Quién me escribe de verdad?