Rey Montalvo: «La música y yo nacimos juntos» (+ video)

Reynaldo Armando Montalvo Vasallo, Rey para quienes lo conocen, es un joven matancero nacido en 1989. Sociólogo y trovador,  guitarra en mano le canta a una sociedad con la cual se siente comprometido. Su primer disco, Lares, se encuentra a punto de salir al mercado. También ha participado en conciertos con Silvio Rodríguez por barrios de la ciudad de Matanzas.

─¿Quién es Rey Montalvo?

─De niño siempre me llamó la atención que en la escuela los maestros te enseñan que los héroes son valientes, decididos, etc. Yo, además, encontré en todos una similitud: eran soñadores. Rey Montalvo es un joven soñador que intenta parecerse a esos héroes. Por eso mis canciones, antes de escribirlas, las sueño primero».

─ ¿Qué significa ser un joven cubano de estos tiempos?

─En el siglo XXI, en Cuba y en el mundo, ser joven es difícil, porque siempre hay sospecha y asombro. La gente se asombra cuando encuentra un joven talentoso. Tengo una amiga que en una oportunidad dijo que hay que dejar de asombrarse de los de menos edad, pues ellos también pueden ser talentosos y creativos.

«Nuestra Revolución triunfó por los jóvenes. Pienso que es una responsabilidad muy grande ser joven en Cuba teniendo en cuenta que fue durante su juventud cuando más brillaron nuestros paradigmas. El joven cubano debe tener ─y el que no lo tenga, tiene que salir a buscarlo─ de todos ellos: de Fidel, que es un joven de alma, y de Mella, de Guiteras, de José Antonio Echeverría».

─¿Por qué la música?

─Mi madre hace un cuento muy simpático al respecto. Dice que cuando nací, mi abuela, que no conocí, miró mis manos y dijo “este va a ser un guitarrista”. Siendo niño mi juego preferido era coger a mis soldaditos y ponerlos a cantar. Y la música estaba ahí. No sé si mi mamá tenía doble placenta… quizás la música y yo nacimos juntos. Ella es mi respiración, mi forma de caminar, mi modo de vida, me es imprescindible».

─¿Por qué optar por la trova, por la canción inteligente?

─La música de por sí tiene que ser inteligente. Es creación, no se trata de dos acordes, ni notas regadas, debe tener armonía. No puede ser vulgar ni facilista, porque la música no lo es. Y yo en la trova vi eso, lo encontré en Silvio, Pablo, Noel Nicola, Vicente Feliú, también en Augusto Blanca, Pepe Ordaz y otros internacionales como Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Ismael Serrano, Jorge Drexler, con  los cuales uno se siente identificado al punto de decir “yo quisiera escribir como ellos, yo quisiera hacer una canción como esa”.

«Y si en algún momento pensé ser músico, inherente a eso llegó ser trovador. La esencia de la trova es ser bella e inteligente. Por eso soy trovador, y no cantautor».

─¿Cómo te llega la inspiración, de dónde te nutres?

─La vida está llena de maravillas: las mujeres, que todas son lindas, el cielo cubano, estar rodeado de mar, el sol, vivir en Matanzas, una ciudad bellísima con esas luces de noche que se reflejan en la bahía… de todo eso salen canciones. La inspiración viene también de las experiencias personales, familiares, con los amigos.

«Siempre escribo de madrugada. Mientras la gente descansa yo estoy resumiendo lo que he vivido en el día y de ahí, involuntariamente, sale una canción. Cuando son experiencias intensas, como suelen ser en este mundo convulso y esta realidad cambiante, tengo que coger la guitarra de golpe.

«Yo por lo general hago mis canciones al momento, letra y música a la vez. Y si no salen ahí, quedan en “esfuerzos de canción”, no las puedo recuperar después, ni retomar la idea porque cuando lo intentas te sale otra canción».

─¿Crees que tu formación como sociólogo influye en tu modo de ver la vida? ¿Se refleja esto en tu música?

─Te soy sincero, antes de entrar a la Universidad de La Habana, tenía escritas quizás unas 50 canciones, y nunca más las he cantado ni mostrado a nadie.

«Con la experiencia de estar en la capital, que tiene una vida más agitada, distinta a la de esta Matanzas a veces tan dormida y pausada, sumado a lo que te enseñan en asignaturas como sociología política, de la cultura, de la educación… me percaté de que yo quería hablar de esas problemáticas desde la canción.

«En mis libretas de la universidad no había reflexiones ni notas, sino canciones. Mi sociología y mi trova son la misma, mis canciones son investigaciones sociales en tres minutos y con música.

«Cualquier sociólogo descubre un problema, le inquieta, se sienta y prepara un proyecto de investigación… yo en cambio tengo esas musas que me enseñan a hacer otra cosa con esas problemáticas. Sin embargo, reconozco que no las percibiría de la misma manera si no hubiese estudiado la carrera».

─Entonces ¿sociólogo o trovador, qué te define más?

─Soy trovador en la medida en que he entendido que puedo ser sociólogo, y soy sociólogo gracias a que soy trovador. Me incliné por esta carrera por mi inquietud de conocer, de saber más allá de lo que se ve superficialmente».

─ ¿Sin quienes no existiría Rey Montalvo?

─No existiría sin Martí. Te podría nombrar de nuevo a Silvio, Vicente, mis padres, pero creo que ninguno de ellos se pondría bravo si los resumiera a todos en Martí porque es el modelo de hombre de cualquier siglo o país».

─ ¿Qué opinas sobre la relación existente entre los trovadores de hoy?

─ Cuando conversamos en marco familiar y de amigos siempre digo que el movimiento de la Nueva Trova triunfó no tanto por la coyuntura social y política de la época, o por el compromiso tan alto de esos trovadores con la Revolución, como por la estrecha interrelación que existía entre ellos.

«Creo que eso hoy falta un poquito en nuestra generación y vamos a empezar a marcar la diferencia cuando entendamos eso, que lo más importante es conversar, compartir vivencias, inquietudes, canciones. Claro que no deja de ser una relación buena la que existe, pero me gustaría que fuera más profunda, más de hermandad y no de compañerismo.

«Me considero privilegiado por conocer a muchísimos trovadores. De ellos han salido canciones, y también han venido consejos. Y no te hablo solamente de Silvio, Vicente, Augusto Blanca, Pepe Ordaz, que son ya instituciones de la canción trovadoresca. Te hablo también de Aliesky Pérez, Silvio Raúl, Carlos Fidel, Lisandro… trovadores a veces más jóvenes que yo, con los cuales se aprende tanto o más.

─Discos, proyectos, ¿dónde se te puede escuchar?

─En este momento me encuentro en la fase de arte final: diseño y fabricación de mi primer disco, licenciado por Colibrí y producido por Ojalá y Silvio Rodríguez.

«Además ya está en curso de mezcla, masterización y edición un segundo proyecto discográfico a partir de mi concierto en el espacio A guitarra limpia, del Centro Pablo de la Torriente, del cual saldrá un disco en vivo y un DVD.

«También trabajo en la edición de mi segundo cancionero con la Editorial Vigía. Se llamará Pescador de eneros, recogeremos 25 textos y partituras de canciones tal y como ya hicimos con Postal de peces, el primero.

«Continúo además con mi espacio fijo en Matanzas, la peña Trovadores y punto, el segundo viernes del mes en la Casa de Cultura Bonifacio Byrne, como parte del proyecto Canto de todos de Vicente Feliú.

«Asimismo, con la remodelación de la sede de la Asociación de Hermanos Saiz (AHS) en Matanzas, una cofradía de trovadores jóvenes yumurinos vamos a hacer una peña ahí a partir de noviembre que se llamará Los francotrovadores. También trato de materializar mi primer espacio fijo en La Habana».

─¿Cómo ha ayudado la AHS a los artistas jóvenes como tú?

─Soy miembro de la AHS desde hace poco más de tres años Creo que como concepto es fantástica la idea de agrupar a los jóvenes artistas. Es el espacio donde no debe haber sospecha de los jóvenes porque ese es su espacio.

«Quedé muy contento con el recién concluido congreso pues los debates fueron muy interesantes y sobre todo orientados hacia cómo proyectar a los jóvenes en nuestra sociedad, teniendo en cuenta que somos no solo el futuro del país sino su presente.

«La AHS  me ha brindado la oportunidad de encontrar a gente como yo, me ha dado el espacio para cantar y demostrar lo que puedo hacer, y me ha dado visibilidad. Para los jóvenes artistas hoy en Cuba sería un 99 por ciento más difícil tener visibilidad sin esa organización, sobre todo para los trovadores, artistas de la plástica, poetas… y no es que como concepto no pueda ser el suyo un arte para grandes mayorías sino que los medios no atienden estos géneros como a otros e incluso cuando le prestan atención es como si hubiesen mensajes subliminales, fíjate que los espacios de trovadores se manejan como “alternativos”.

─Si fueras a una isla desierta ¿qué no te podría faltar, qué llevarías contigo?

─Yo me llevaría a mis padres, los máximos consejeros de mi vida. Pero si no puedo llevar personas,  me iría con mi guitarra y terminaría por hacerle canciones a las palmas, los cocos, el mar…»

─Y si te pudieras llevar tres libros y tres discos de música ¿cuáles serían?

─Los libros son muy fáciles: La Edad de Oro, El Principito y El Quijote.  Elegir la música es ya más difícil…me llevaría quizás tres discos con antología de la trova cubana, para que no se me quede nadie».

─-Vamos al famoso cuestionario de Bernard Pivot, que nos ayudará a conocer otros detalles sobre Rey Montalvo.

¿Cuál es tu palabra favorita?

─Trovador.

─¿Cuál es la palabra que menos te gusta?

─Cantautor. No soporto que me llamen así “el cantautor Rey Montalvo”

─¿Qué te motiva?

─La lectura.

─-¿Qué te desmotiva?

─El exceso de burocratismo.

─¿Qué sonido amas?

─La guitarra.

─¿Qué sonido odias?

─El ruido de los carros.

─Además de la tuya ¿qué otra profesión te gustaría ejercer?

─Me gustaría ser constructor.

-¿Qué profesión no ejercerías nunca?

─No sería nunca pintor.

─Suponiendo que el paraíso exista, ¿qué te gustaría que te dijera Dios al llegar?

─Cántame una canción… tuya.

─Si pudieras transmitirles un mensaje a los jóvenes cubanos de hoy ¿qué te gustaría decirles?

─Que sean inconformes, una de las virtudes más grandes de los jóvenes cubanos de todos los tiempos. Hay que ser inquieto y revolucionario, que lo sean, que no los pare nadie. Nadie puede parar tu esencia, y esa es la esencia de un joven».