Me asquea hasta ver su foto, solo de mirarlo la repulsión me domina y no ceso de preguntarme (quizá hasta ingenuamente) cómo rayos alguien pudiera sentirse cómodo ante su presencia…y sin embargo, existen no solo seres humanos capaces de hacer malabares con la bilis (tragársela, ignorarla o algo que evite el vómito) y estrechar su mano, sonreirle, posar felices para tomarse una instantánea a su lado…la realidad es mucho peor: hay hombres (y mujeres) capaces de coincidir en ideales y métodos con ese monstruo llamado Luis Posada Carriles.
No me explico si se trata de que el dinero de verdad tiene el poder de cegar a tal punto, o si los «sin escrúpulos» son demasiado numerosos y es cierto aquello de que «Dios los cría y el diablo los junta». (Nota: Para que los homo sapiens, los de verdad, no se sientan peor por pertenecer a la misma especie que estas bestias erguidas, solo asuman que se trata de individuos que nacieron defectuosos). Seguir leyendo El terrorista Posada Carriles afila sus dientes para intentar «morder» otra vez