El terrorista Posada Carriles afila sus dientes para intentar «morder» otra vez



Me asquea hasta ver su foto, solo de mirarlo la repulsión me domina y no ceso de preguntarme (quizá hasta ingenuamente) cómo rayos alguien pudiera sentirse cómodo ante su presencia…y sin embargo, existen no solo seres humanos capaces de hacer malabares con la bilis (tragársela, ignorarla o algo que evite el vómito) y estrechar su mano, sonreirle, posar felices para tomarse una instantánea a su lado…la realidad es mucho peor: hay hombres (y mujeres) capaces de coincidir en ideales y métodos con ese monstruo llamado Luis Posada Carriles.

No me explico si se trata de que el dinero de verdad tiene el poder de cegar a tal punto, o si los «sin escrúpulos» son demasiado numerosos y es cierto aquello de que «Dios los cría y el diablo los junta». (Nota: Para que los homo sapiens, los de verdad, no se sientan peor por pertenecer a la misma especie que estas bestias erguidas, solo asuman que se trata de individuos que nacieron defectuosos). Seguir leyendo El terrorista Posada Carriles afila sus dientes para intentar «morder» otra vez

Ser cubano


Ser cubano para algunos es un mero fatalismo geográfico, un mero “error de la cigueña” que los soltó en el lugar equivocado sin previa consulta. Esos son los que luego de crecidos y capaces de tomar las riendas de su vida sin esos atrevidos pajaritos tomando decisiones por ellos, agarran la primera oportunidad que les pasa por el lado para emigrar hacia aquellos países en que consideran debieron nacer.

Otros, aunque se sienten cubanos, se encuentran incapacitados para vivir en Cuba por excusas tan disímiles como ellos mismos. Casi siempre prima la económica, según sondeos informales. Recuerdo que cierto profesor en la universidad nos explicaba que no existe tal cosa como la emigración política, pues esta siempre, siempre, siempre, tiene un transfondo económico (intuyo que esto hará levantar su voz a algunos detractores…pero asumo el riesgo).  Seguir leyendo Ser cubano