Adictivos juegos de tronos

Los fans de la ficción fantástica andan de plácemes desde hace algunas semanas debido al estreno de la muy esperada cuarta temporada de Juego de Tronos.

Basada en la saga de siete novelas Canción de hielo y fuego, del escritor George R.R. Martin (de la cual solo se han publicado cinco hasta el momento); Juego de Tronos es el título de la primera novela y de toda la serie de la cadena norteamericana HBO.

La saga trata de las luchas de poder entre las siete grandes casas del ficticio continente de Westeros, donde cada una domina una porción junto a sus vasallos y están regidos por el ocupante del Trono de Hierro.

Martin concibió un mundo enorme cuidado al más mínimo detalle, con muchos y muy ricos personajes donde sobran grandes protagonistas pero también secundarios de lujo. Un universo, además, que no es misógino para nada, pues está lleno de mujeres fuertes que se rebelan contra los destinos que les han sido impuestos socialmente.

Al definirla como saga fantástica, casi enseguida habrá quien pretenda establecer comparaciones con la obra de Tolkien, sin embargo Canción de hielo y fuego tiene poco que ver con El señor de los anillos más allá de compartir una cierta ambientación medieval. Difieren en casi todo lo demás: el tono de la historia, su tratamiento de los elementos fantásticos, las intrigas políticas, la importancia del sexo…

El escritor había recibido ya propuestas para llevar su obra a la gran pantalla pero se negó al considerar que, por su extensión, no podría adaptarse bien a una película. Sopesó entonces la posibilidad de realizar una serie de televisión, a pesar de que las numerosas escenas de sexo y violencia supondrían un escalón difícil. HBO aceptó el reto.

Originalmente cada temporada abarcaría uno de los volúmenes de la saga. La tercera temporada, sin embargo, adapta el tercer libro, Tormenta de espadas, pero solo hasta la mitad, e incorpora además tramas del segundo y del quinto, trastocando por primera vez la limpieza con la que se adaptaron el primer volumen, Juego de Tronos, y el segundo, Choque de reyes para las dos primeras temporadas.

Cada vez que se adapta un libro a la gran pantalla (o pequeña, en este caso) surge una legión de fans acusando a los adaptadores de no respetar el espíritu original de la historia. El hecho de que el propio autor de los libros esté involucrado en la serie ha acallado la mayor parte de estas críticas. Al menos un capítulo por temporada está escrito por Martin, quien también se desempeña como coproductor ejecutivo, productor, asesor, guionista, promotor e incluso participa directa o indirectamente en los castings.

No obstante, es inevitable que haya pequeños o grandes cambios. Una novela larga y una serie tienen ritmos distintos, una distribución propia de los clímax y métodos diferentes a la hora de dar profundidad a los personajes. Aún así, se trata de una adaptación bastante fiel no sólo en espíritu sino literalmente, con muchos diálogos sacados de manera textual de las novelas.

Claro, también hay escenas creadas para la serie ya que en los libros muchos sucesos ocurren elípticamente entre bambalinas, cuando ninguno de los personajes es testigo directo de los mismos. Y es en estas escenas donde tienen luz verde los creadores de la serie para improvisar. Lo curioso es que en no pocas de las escenas añadidas se ha magnificado el papel del sexo, por motivos comerciales obvios.

La primera temporada estableció para el espectador las reglas del juego: siete reinos seudomedievales, magia (pero poca) y, lo más esencial, aquí los protagonistas pueden morir. Las muertes se han convertido en una de las características de Juego de Tronos. La serie lleva un ritmo de 80 por temporada, a razón de ocho por capítulo.

Hasta el propio George RR Martin bromea respecto a las muertes en su obra: «Sean agradables conmigo o Tyrion es el próximo»

Todo el que la haya visto se ha preguntado lo mismo en algún momento ¿pero cómo van a continuar, si han muerto todos los buenos? La respuesta está en el reciclaje. George R. R. Martin va incorporando nuevos personajes, sí, pero sobre todo recicla moralmente a algunos de los que ya existen en el plano principal y les hace cambiar de bando, reequilibrando constantemente el déficit de buenos con malos conversos.

Estamos ante toda una superproducción de HBO. Rodada en Marruecos, Malta, Estados Unidos, Irlanda del Norte, Escocia, Croacia, e Islandia; cuenta con un centenar de localizaciones, 3 mil trajes, 257 actores, un equipo de más de 700 personas, dos directores trabajando a la vez en un par de capítulos y 52 semanas de rodaje por temporada. El episodio piloto en 2009 costó entre cinco y diez millones de dólares y la primera temporada completa entre cincuenta y sesenta millones.

Actualmente se transmite la cuarta temporada y, para evitar sustos y preocupaciones, ya HBO anunció a los fans que tendrá dos más, una acción más que justificable pues Juego de Tronos se mantiene imbatible en sus récords de audiencia, en una tendencia al alza que parece no tener fin. Superó recientemente los 7 millones de espectadores con el quinto capítulo de la presente entrega. Además, debido a la cantidad de personas que intentaron ver el estreno en Internet, la plataforma móvil HBO Go colapsó.

La primera temporada fue nominada a trece categorías en los Premios Emmy de 2011, incluyendo el de Mejor serie dramática. Ganó dos: Mejor actor de reparto en una serie dramática y Mejor diseño de título principal (créditos iniciales de la serie). En 2012, la segunda temporada ganó seis de los Premios Emmy a las Artes Creativas. Peter Dinklage, que representa al enano Tyrion Lannister, ha sido nombrado mejor actor de reparto en los Premios Emmy, los Globos de Oro, los Premios Scream y los Premios Satellite.

Y si de interpretaciones se trata, no podemos dejar de mencionar también las de Sean Ben, convincente en el papel del honesto y desafortunado Eddard Stark en la primera temporada; así como  la de Jack Gleeson, quien encarna al cruel rey Joffrey, sin dudas uno de los personajes más odiados gracias a que el actor ha sabido captar a la perfección la esencia del personaje y hacerlo incluso más repugnante de lo que es en las novelas. El propio Martin alabó su actuación tras finalizar la primera temporada con un “Felicidades por tu maravillosa actuación, todo el mundo te odia”.

Juego de Tronos fue transmitida por la Televisión Cubana en sus dos primeras temporadas en horario nocturno. Desde entonces nada más se ha visto. Sin embargo, no son pocos los que se las han agenciado para conseguir y devorar los libros mientras otros esperan el “cargue semanal” con el capítulo más reciente. Las razones nadie las pone en duda: se trata de una serie espectacular, producida con los medios y el presupuesto de una película de cine, que cuenta además con un gran reparto y resulta adictiva en extremo.

NOTA: 

Durante más de un año compartí en este post los libros de la saga Juego de tronos en formato PDF y EPUB. Sé que muchos llegarán a buscarlos en el futuro, pero los administradores de WordPress me hicieron un «conteo de protección» por infringir derechos de autor al compartir libros en mi blog…sé que esto decepcionará a más de uno de ustedes, pero si violo los términos de uso de esta plataforma perderé el blog para siempre. A quienes decepciono, pido perdón.